viernes, 5 de agosto de 2011



Siento que esta vida ha corrido para mí demasiado deprisa. Todo ha seguido un camino distinto al que yo siempre habia soñado.



Cuando eres pequeña sueñas con ser mayor y que el tiempo pase rápido, muy rápido. Pero, en cambio cuando los años se abalanchan sobre ti, es cuando te das cuenta que todo ha sucedido tan deprisa que no te ha dado tiempo a visualizar la caida. Quizá esta caida haya venido bien para aprender que todo en esta vida no consiste en decir que sí, sin parar a pensar en las consecuencias. Todo va más allá, todo consiste en disfrutar cada momento, sin acelerar acontecimientos.




En el amor pasa lo mismo, deseamos tanto que los momentos se produzcan al instante que no nos percatamos que eso es puro veneno para la relación. Un veneno que se va alimentando cada día con las ansias de nuevos proyectos... Al paso del tiempo te vas dando cuenta de la gran pesadilla que está apunto de suceder, pero ya nada tiene remedio. Todo se ha desbarajado en cuestion de segundos. Lo que un día construistes como tu gran sueño se ha convertido en una gran masacre, una masacre que tu misma has ido construyendo con los restos sobrantes..Es entonces cuando decides actuar, cuando pataleas como una niña, cuando gritas por algo que podía haber tenido remedio, cuando en un ataque de rabia rompes hasta el último jarrón de casa. Pero ya nada se puede hacer... de aquello que acabo siendo tu propia vida se ha convertido en tu propia pesadilla...




En esos instantes es cuando piensas en todo aquello que podias haber arreglado y no hiciste, en todo lo que has perdido y en lo poco que has ganado..y es entonces cuando decides levantarte y seguir adelante como si lo ocurrido hubiese sido un simple sueño sobre la fuerza del amor y las consecuencias que eso produce...


No hay comentarios:

Publicar un comentario